En Nodos Culturales entendemos el mapeo como una práctica de lectura crítica del territorio. No buscamos representar todo lo existente, sino construir una mirada situada que visibilice las tramas culturales que sostienen la vida en la ciudad. Mapear es también una forma de intervenir en el modo en que se reconoce y se valora lo cultural.

Este enfoque parte de una definición ampliada de espacio cultural, que va más allá de la infraestructura y reconoce tramas organizativas, relaciones con el territorio y formas diversas de producción de lo común. Puedes conocer más sobre cómo definimos los espacios culturales aquí.

Asimismo, concebimos el mapeo como un proceso colectivo, situado y político, que se construye desde el diálogo con los propios actores culturales. Nuestra aproximación metodológica está profundamente desarrollada en la sección ¿Qué es un mapeo colectivo?.

¿Qué mapeamos (y qué no)?

¿Qué buscamos visibilizar?

Las cartografías de Nodos Culturales no tienen un enfoque exhaustivo ni cuantitativo. Parten de una convicción metodológica y política: mapear no es inventariar, sino construir una mirada situada que visibilice las tramas culturales que sostienen formas de vida desde lo común.

En Nodos Culturales manejamos una noción ampliada de espacio cultural, que entendemos como “espacio conquistado para lo cultural”. Esta definición nos permite incluir espacios que, aunque no fueron pensados originalmente para lo cultural, se han transformado en tales a partir de su uso, apropiación y resignificación por parte de la ciudadanía.

Entonces, definimos los espacios culturales como:

aquellos espacios en donde se desarrollan continuamente actividades que permiten a las personas vincularse con manifestaciones culturales de manera sensible, ya sea como espectadoras o como practicantes de estas. (Mira la explicación completa aquí).

Desde esta perspectiva, la Cartografía Cultural de Lima puede incluir:

  • Teatros
  • Galerías
  • Cineclubes
  • Talleres de artistas, de artesanos
  • Salas de proyecciones
  • Centros culturales, Casas culturales
  • Museos
  • Auditorios
  • Anfiteatros
  • Bibliotecas, Bibliotecas comunales
  • Sala de conciertos
  • Clubes departamentales/provinciales
  • Restaurantes culturales
  • Centros de interpretación
  • Entre otros formatos emergentes o híbridos

Este listado es orientativo, no excluyente. Lo que nos interesa es cómo estos espacios activan sentidos culturales, vínculos sociales y apropiaciones territoriales sostenidas.

La Cartograífa Cultural de Lima busca reconocer que existen espacios no convencionales y espacios públicos que no responden a las denominaciones convencionales de espacios culturales que, sin embargo, en su uso por las personas, son reconocidos y convertidos en espacios culturales pues son espacios de encuentro de manifestaciones culturales, encajando en nuestro sentido de espacio cultural: losas deportivas, vía pública, parques, estacionamientos, locales comunales, etc. Identificar estos espacios solo será posible a través de las experiencias de las personas en la ciudad, por ello la importancia del mapeo colectivo.

También observamos el caso inverso: espacios que, aunque llevan una denominación cultural no cumplen un rol cultural activo —como casas de la cultura, auditorios o bibliotecas municipales— . En muchos casos, se encuentran cerrados, subutilizados o convertidos en oficinas administrativas o depósitos, sin procesos sostenidos de apropiación ciudadana ni vinculación con las prácticas culturales del territorio.

Por ello, decidimos no mapear ciertos espacios o actividades que, aunque podrían considerarse culturales desde una perspectiva institucional o funcional, no responden a nuestro enfoque metodológico y político.

¿Qué NO mapeamos?

Todo es mapeable pero no podemos mapearlo todo

Lo cultural es muy amplio, sobre todo en una ciudad tan diversa como Lima,. Es por ello que nos vimos en la necesidad decidir qué tipos de espacios culturales no iban a ser incluidos en este mapeo con el fin de no saturar de información a las Cartografías y así asegurar su practicidad y legibilidad.

Esta decisión no significa que los espacios no incluidos sean importantes o menos culturales sino porque, dadas sus características particulares y sus formas de operar, ameritarían la construcción de otros mapas exclusivos para ellos. Estos son:

  • Espacios que se dediquen exclusivamente a la educación artística: No mapearemos espacios de dedicación exclusiva a la enseñanza de las artes debido a que es un rubro muy amplio y, por lo general, las prácticas culturales están  dirigidas solamente a su comunidad educativa. Por ejemplo talleres en colegios y academias artísticas, etc.

  • Espacios itinerantes o temporales: Nos referimos a actividades como ferias, festivales, fiestas patronales, entre otras. pues cambian de ubicación constantemente o tienen una temporalidad muy corta o por períodos. Sin embargo, mapearemos espacios culturales donde ocurren estas actividades en conjunto con otras actividades permanentes como parte de los procesos culturales territoriales. En el caso de que lo que se incluiría en el mapeo es el espacio donde se realizan estas actividades (parque, losa deportiva, etc.). Si bien los espacios itinerantes son de mucha importancia cultural, consideramos que amerita un mapa exclusivo para este tipo de espacios que considere sus características particulares.

  • Organizaciones culturales o trabajadores culturales: Si bien los espacios son dirigidos por múltiples tipos de agentes culturales, lo que estamos mapeando son los espacios físicos pues se pueden georreferenciar. No obstante, dentro de la caracterización de los espacios estamos indicando cuáles son las organizaciones que activan estos espacios, principalmente los espacios públicos. Cabe resaltar que ya existen iniciativas desde el Ministerio de Cultura del Perú para el registro de trabajadores culturales: https://rentoca.cultura.pe/

  • Espacios patrimoniales: No estamos mapeando nuestra herencia arqueológica e histórica debido a la gran cantidad de estos espacios en Lima y, lamentablemente, muchos de ellos no están puestos en valor ni tienen un uso cultural. Solo mapearemos espacios patrimoniales en caso se realicen actividades culturales de manera permanente y/o cuenten con espacios de vinculación con el público (museos, centros de interpretación, explanada para actividades, etc). Lo que se mapearía  sería espacio dentro de la huaca o casona; por ejemplo, la explanada de la Huaca Huantille (Magdalena del Mar).

  • Espacios de dedicación exclusivamente comercial: Espacios cuyo fin es exclusivamente comercial, como cadenas de cines, cadenas de librerías, estadios, entre otros. No obstante, sí estamos incluyendo dentro del mapeo a restaurantes culturales, bares culturales o cafés culturales dado que, a pesar de seguir fines comerciales, también persiguen fines culturales de la misma o de mayor importancia que los fines comerciales. Por ejemplo, Brisas del Titicaca (Cercado de Lima), Bar La Noche (Barranco).

  • Espacios virtuales: Necesitamos mapear espacios que puedan ser georreferenciados para tener una ubicación en la cartografía. Los espacios virtuales tienen un comportamiento desterritorializado, por lo que necesitan un mapa que se ciña a sus particularidades.

Esta curaduría de qué se mapea y qué no en las Cartografías Culturales de Nodos Culturales implica reconocer que todo mapeo es subjetivo. La potencia de nuestras cartografías no está en la cantidad de datos, sino en su capacidad para construir preguntas, abrir conexiones y activar procesos. Mapear, para nosotrxs, es también imaginar futuros posibles.

Categorías de mapeo

A continuación, presentamos las variables que estructuran nuestro mapeo, junto con las categorías desarrolladas para cada una. Estas herramientas nos permiten interpretar de forma situada cómo se construyen y sostienen los ecosistemas culturales en contextos urbanos diversos.

Estas variables de mapeo (tipo de espacio, formas de gestión, manifestaciones culturales y enfoques) son ejes estratégicos de análisis definidas por Nodos Culturales. Las categorías específicas dentro de cada una se definieron a partir del cruce entre tres fuentes principales: 1) revisión teórica; 2) la validación metodológica con agentes culturales clave y 3) el piloteo de la metodología. En el caso de la variable sobre enfoques de los espacios culturales, las categorías emergieron posteriormente al mapeo 2021, a partir de la sistematización de las respuestas obtenidas y los sentidos expresados sobre propios espacios culturales.

En lugar de replicar tipologías disciplinares tradicionales, proponemos un conjunto de categorías que dialogan con las prácticas y sentidos culturales realmente existentes.

  1. Tipo de espacio

Esta categoría responde al interés de dar cuenta que no todas las manifestaciones culturales se desarrollan en equipamientos o infraestructuras pensados para lo cultural. Para ello, tuvimos que buscar en categorías que mejor abarcaran esta diversidad de espacialidades físicas: Intentamos utilizar criterios como “espacio público” en contraposición a “espacio privado”, y luego “espacio abierto” en contraposición a “espacio cerrado”; sin embargo, encontramos dificultades para que algunos espacios encajen en ese juego de criterios. Por ello, consideramos más adecuado utilizar:

  • Establecimientos culturales o locales: Espacios cerrados de administración pública o privada, incluyendo:
    • Espacios convencionales: Auditorios, bibliotecas, centros culturales, cineclubes, galerías, museos, peñas, talleres de artista y teatros.
    • Espacios No convencionales: Bares o restaurantes culturales, capillas o parroquias, casas culturales, locales comunales, clubes departamentales.
  • Espacios públicos: Espacios abiertos donde se desarrollan actividades culturales, incluyendo:
    • Parques
    • Losas deportivas
    • Plazas
    • Calles y avenidas
    • Explanadas, estacionamientos
    • Otros espacios públicos

2. Manifestaciones culturales en el espacio

Esta categoría responde al interés de describir lo que sucede en el espacio cultural. Para ello, quisimos evitar algunas formas típicas de caracterizarlos:

  • Por tipo de actividades, como funciones, ensayos, exposiciones, talleres, conversatorios, etc. Debido a que existen múltiples formas de realizar actividades culturales y, por los general, los espacios culturales son multifuncionales.
  • Por criterios como “ámbito” o “rubro cultural” tales como artes escénicas, artes visuales, cultura viva, etc. Debido a que está ligado a las artes convencionales y en cierta medida invisibiliza las manifestaciones tradicionales.
  • Por criterios que generen una división entre arte y arte “tradicional”/”folcklórico”. Ambas las consideramos como manifestaciones culturales.

En ese sentido, proponemos utilizar estos 5 criterios para caracterizar las manifestaciones culturales que se dan en los espacios culturales, construidas a partir de las respuestas que hemos recibido durante los mapeos colectivos:

  • Performativas: manifestaciones culturales relacionadas a espectáculos en vivo, como el teatro, la música, el circo, las danzas urbanas, las danzas tradicionales, etc.
  • Audiovisuales: manifestaciones culturales relacionadas al cine, la fotografía, el videomapping, etc.
  • Literarias: manifestaciones culturales que se relacionan con la literatura escrita, la poesía, la tradición oral, etc.
  • Plásticas: manifestaciones culturales relacionadas a procesos manuales como escultura, grabados indígenas, tallados andinos, cerámicos prehispánicos etc.
  • Patrimoniales: Manifestaciones vinculadas al patrimonio histórico o arqueológico.

3. Enfoque del espacio

Esta categoría responde al interés de conocer los espacios no solo por lo que sucede en el espacio cultural sino por el sentido que le dan a estas actividades y eventos que ponen en común las manifestaciones culturales. Creemos que el enfoque o intención es lo que hace particular al espacio, pues línea de trabajo o agenda movilizadora del espacio desde determinados posicionamientos ya sean sociales, políticos o creativos. Es posible que algunos espacios culturales no tengan un enfoque definido, por ejemplo, los espacios públicos, pero son los colectivos ciudadanos que se apropian el espacio quienes le imprimen un enfoque determinado. Los enfoques que hemos sistematizados hasta ahora son:

  • Creación y difusión artística
  • Diversidad e identidad cultural
  • Cultura comunitaria
  • Enseñanza artística y cultural

Al igual que las manifestaciones culturales, los enfoques puede ser tan variados como diversos son los espacios culturales, por lo que esta categoría queda como respuesta abierta durante el mapeo. Construiremos subcategorías a partir de las respuestas que se vayan obteniendo.

4. Involucramiento del público

Nos interesa también caracterizar a los espacios culturales desde la experiencia de sus públicos. En ese sentido, notamos que los públicos pueden involucrarse de manera distinta con el espacio si este es una galería, un teatro, un parque, una biblioteca comunal, etc. La diferencia no radica en el grado de involucramiento del público (mayor o menor) sino en el tipo:

  • Como espectador: Nos referimos a que las personas asisten al espacio a ver determinadas manifestaciones culturales, ya sea en viendo una exposición dentro de una galería, viendo una obra en un teatro, viendo una película en un cineclub, entre otros.
  • Como practicante: Nos referimos cuando las personas pueden practicar alguna manifestación cultural en el espacio cultural, ya sea participando en un jammin en un bar cultural, participando en talleres de un centro cultural, bailando en un espacio público, etc.
  • Mixto: Nos referimos a espacios multifuncionales que realizan actividades que posibilitan ambos involucramientos, tanto como espectador como practicante.
Published On: 28 de febrero de 2021 / Categories: Cartografías Culturales de Lima, Marco conceptual / Tags: /